domingo, 16 de junio de 2019

¿Cómo será el inminente verano?

Ya me gustaría saberlo. A todos, quizá. Tal vez sea mejor la ignorancia para aceptar lo que tenga que venir con la naturalidad habitual. No sé.
Los pronósticos estacionales no son cosas que me preocupen mucho, por la práctica imposibilidad de servir como instrumento de predicción local, dado su carácter de estimación generalista. 
Son pronósticos probabilísticos, que expresarían tendencias; una síntesis de las condiciones promediadas de temperatura y precipitación para todo un trimestre, generalmente. No obstante, a veces echo un vistazo, por curiosidad.


Recientemente ha salido este, donde ya se incluía junio, en que comienza el verano meteorológico, que por ahora no está adaptándose al modelo previsto aquí. 



Propone un verano más cálido de lo normal, hasta un 30 % más en casi toda la península Ibérica (tono rosado en el mapa)

Por lo que a mí respecta, espero que el pronóstico no se cumpla. 
Fallan más en verano, mientras que en invierno suelen acercarse mejor  a las condiciones  reales. 
Y en cuanto a las precipitaciones, que no aparecen aquí, casi es mejor no hacer ningún caso.

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